No es fácil. A veces sientes que no te encuentras a ti misma. La mayor parte del tiempo, te consume, te desorienta, como si caminaras sobre cáscaras de huevo, siempre alerta, siempre esperando el próximo golpe invisible. Vives en un estado de manipulación constante, como si cada día te dijeran que es el último, pero nunca lo es. No mueres, pero tampoco sales de ahí.
Quiero que sepas algo: aunque ahora te sientas atrapada, aunque creas que nunca dejarás de estar triste o paralizada, puedes salir. Yo lo hice. Y aunque por momentos parezca que la herida nunca sanará, quiero que entiendas que esto es solo una etapa de tu vida, no tu vida entera.
Vivir en un ambiente de tensión, humillaciones y manipulación, seguido de esos momentos de “luna de miel” donde todo parece mejorar, es una montaña rusa emocional agotadora. Un ciclo que te destruye poco a poco hasta que te pierdes. Pero escucha bien: mantenerte fuerte no es una opción, es una necesidad. No permitas que tenga poder sobre ti, sobre todo en tu mente. Porque ahí es donde realmente te atrapa.
Avanza. Aunque no te sientas tú misma. Aunque tengas que tomar fuerzas prestadas del universo. Sal a la calle, arréglate si puedes, o quédate en casa con tus hijos y abrázalos fuerte. Aprovecha cada instante en el que puedas conectar tu mente con tu cuerpo. Respira. Mira a tu alrededor y date cuenta: él no tiene control sobre ti, solo cree que lo tiene.
Hay un libro muy bueno llamado El poder del ahora, que te invito a leer. Te ayudará a ver tu presente y a darte cuenta de que, en este preciso momento, estás bien. Nada malo está sucediendo justo ahora. Estás aquí, viva. Y eso es lo que importa.
El verdadero sufrimiento de una relación con un narcisista comienza cuando te das cuenta de lo que realmente es y deseas liberarte. Pero créeme, eso sí es poder: el control de tu vida y de tu propio destino. La reina que eres se adueña del tablero y, una a una, elimina las piezas que le decían que debía soportar, que debía buscar la forma de quedarse. Hasta que toma las riendas del juego y le da jaque mate al rey.
Si ahora te sientes sola, sin nadie a quien llamar, sin apoyo, no pienses que estás mal. No es que estés equivocada, es que nadie puede entender completamente tu dolor. Y ese dolor, ese mismo que ahora sientes como una carga, será tu mayor motor para derribar el castillo y salir.
Tienes el poder. No estás sola. Te veo.