Si hubiera tenido la mentalidad que tengo hoy, sin duda me habría ahorrado muchos dolores de cabeza. Habría tomado las riendas de mi vida y de mis sentimientos con mayor seguridad. Pero lo más valioso es que ahora puedo ser compasiva con mi yo del pasado y con otras mujeres que, al igual que yo, han vivido en vulnerabilidad sin entender que eso no define su feminidad.
Hoy, en mis 30, comprendo la importancia de ser una mujer emocionalmente libre, independiente e inteligente. Lejos de prejuicios, lejos de las cadenas sociales que solo nos llenan de culpas y cargas innecesarias.
Estas son las 15 cosas que desearía haber sabido a los 15:
Tu independencia económica es poder
Ganar dinero y administrarlo bien es una de las mayores formas de libertad. Ahorra desde que puedas y nunca dejes de aprender sobre finanzas. La estabilidad económica te permitirá tomar decisiones desde el amor propio, no desde la necesidad.
Una pareja no te completa (descubre mi libro)
Estás completa tal como eres. Una relación puede complementar tu vida, pero no definirla. Estar soltera no es un fracaso, es una etapa valiosa para conocerte y disfrutar de tu propia compañía.
La maternidad no te hace más mujer
Tener hijos no es una obligación. Ser madre debe ser una decisión consciente, no una respuesta a la presión social. Y si decides no tenerlos, tu valor como mujer sigue intacto.
Encuentra tu pasión y profesionalízala
Estudia lo que realmente te inspire. Si escribir, pintar, diseñar o enseñar es lo que llena tu alma, hazlo. La verdadera satisfacción está en hacer lo que amas.
Las verdaderas amigas te hacen sentir paz
Las amistades deben impulsarte y hacerte sentir bien contigo misma. Si alguna amistad te genera incomodidad constante, pregúntate si realmente es para ti.
No necesitas encajar
Tu autenticidad es tu mayor virtud. No te esfuerces por encajar en moldes ajenos. Descubre quién quieres ser y trabaja cada día en convertirte en tu mejor versión.
Tu pasado importa, pero no te define
Cada acción deja una huella. Aprende de tus errores y sigue adelante. No permitas que el pasado te persiga, usa cada experiencia como una lección de crecimiento.
Fortalece tus ideas
Las tendencias y opiniones ajenas siempre estarán presentes, pero lo que realmente importa es lo que tú crees. Escucha, reflexiona y sostén con firmeza tus convicciones.
Nadie es perfecto
Tus padres, amigos y parejas son humanos con defectos. No idealices a nadie. Cada uno hace lo mejor que puede con lo que tiene. Aceptar esto te liberará.
El ejercicio es sanación
No solo por salud física, sino por bienestar emocional. Mover tu cuerpo libera toxinas y mejora tu estado de ánimo. Encuentra una actividad que disfrutes y hazla parte de tu vida.
Descubre un hobby
Tener un pasatiempo te conecta contigo misma. Puede ser leer, escribir, bailar, cocinar o cualquier actividad que te brinde alegría. Conviértelo en tu refugio.
Valórate como deseas ser valorada
Habla bonito contigo misma, quiérete y cuídáte. La forma en que te tratas establece el estándar para cómo permites que otros te traten.
Pon límites
No toleres tratos que no le darías a alguien más. El respeto propio es innegociable. Decir “no” es también un acto de amor propio.
No vivas a la sombra de nadie
Mejorarte a ti misma no significa opacar tu esencia. Brilla sin miedo. El crecimiento personal es un camino individual, sin necesidad de comparaciones.
La espiritualidad está en ti
Dios, el universo, o como prefieras llamarlo, habita en tu interior. La verdadera conexión espiritual ocurre cuando te conoces y te aceptas. Busca dentro de ti antes de buscar afuera.
No diría que aprendí esto tarde, pero quizás mi camino habría sido más liviano de haberlo sabido antes. Sin embargo, cada obstáculo me ha llevado a entenderlo. Y ahora, si alguien necesita escuchar esto, compártelo. Porque crecer también es ayudar a otras a ver su propio valor.